Cada vez son más familias las que se deciden a instalar suelo radiante en Madrid o en cualquier otra ciudad por los grandes beneficios que aporta. Este novedoso sistema se ha ido implantando poco a poco en los hogares y no tiene visos de frenar su auge en los próximos años.
Hoy en día se cree que la calefacción por suelo radiante a baja temperatura es el sistema ideal para calentar los hogares. No en vano, se consigue una sensación de temperatura de confort superior al del resto de las opciones.
Una de las principales ventajas de la utilización del suelo radiante en Madrid, Barcelona o cualquier otra ciudad es que se podrá conseguir una sensación total de confort con una temperatura ambiente que oscile entre los 17 y los 18ºC. Para conseguir lo mismo con otras modalidades de calefacción se necesitaría estar alrededor de los 21ºC.
Además, al trabajar a una temperatura notablemente inferior 3-4ºC, permitirá a las familias ahorrar energía. Se estima que esta cantidad estará en torno al 15% del total mensual.
Otra de los beneficios más claros que tiene este sistema de calefacción que se producirá un reparto óptimo del calor por toda la estancia. Lógicamente, la zona más caliente será la de los pies, descendiendo sensiblemente a medida que nos distanciemos del suelo. Se trata de un sistema ideal tanto para las familias como para locales comerciales.
Entre las ventajas más valoradas de utilizar una calefacción radiante en Madrid, Barcelona o cualquier otra ciudad es que no producirá humedad relativa alguna en las casas, ya que no se producirá ningún recalentamiento del aire. Además el movimiento de aire por convección será muy bajo, por no decir casi nulo, ya que no existe apenas diferencia entre la temperatura del suelo y del ambiente.
Los sistemas de calefacción por suelo radiante no provocarán tampoco que nuestras paredes se ensucien, aspecto que sí ocurre con mucha frecuencia con radiadores. Además, tampoco estorbará para la decoración de una casa. De hecho, casi no se percibirá que está instalado.
En último lugar, el suelo radiante tiene la capacidad de actuar como un acumulador de calor. De esta manera, podremos darle uso durante las horas de bajo coste y asegurarnos que siga funcionando en momentos de tarifas más caras. De esta forma, es sencillo conseguir que la calefacción dure las 24 horas del día.