Día a día crece el número de personas que decide apostar por viviendas prefabricadas de madera como nuevo hogar. Estas soluciones nada tienen que ver con las de hace años, sino que han progresado tanto en materiales como en acabados. El típico contenedor que todos nos imaginamos nada tiene que ver con las opciones que tenemos ante nosotros.
Lo cierto es que las casas prefabricadas se vienen utilizando cada día más, sobre todo como segunda vivienda. Actualmente, las calidades y prestaciones que disfrutaremos poco o nada tienen que envidiar a las de construcción tradicional. Además, nos proporcionarán una serie de ventajas que hemos de saber valorar.
Por ejemplo, entre los principales beneficios de las viviendas prefabricadas de madera nos encontramos con el gran ahorro de tiempo que disfrutaremos en su construcción. Independientemente que estemos hablando de una casa unifamiliar o edificaciones más grandes, comprobaremos cómo los plazos de finalización se acortan de una forma espectacular.
De hecho, se estima que la finalización de una obra de este tipo solamente llevará unos meses, algo que resulta altamente improbable (por no decir imposible) en la construcción tradicional. Es importante destacar que también disfrutaremos de un plazo de entrega mucho más preciso, sin los típicos imprevistos o retrasos que suelen darse.
Junto al ahorro de tiempo, la segunda gran ventaja de las viviendas prefabricadas es el ahorro de dinero. Se estima que el precio final de una de estas casas es sensiblemente inferior al de las tradicionales. Estos dos beneficios unidos han provocado en cierta medida el despegue de estas opciones constructivas en los últimos años.
La principal razón que provoca este bajo precio es que este tipo de viviendas están fabricadas en cadena, con procesos controlados y optimizados casi al 100%, lo que permite una drástica reducción de costes. En este sentido, también hay que tener en cuenta que en este procedimiento se consigue un ahorro de materiales notable, evitando desperdicios y residuos provocados por la construcción. Esto implica también un mayor respeto por el medio ambiente.
No podemos olvidarnos de la calidad de los materiales utilizados en las casas prefabricadas de madera, iguales o incluso superiores a las viviendas tradicionales. Además, podremos llevar a cabo un control superior de los mismos, eligiendo aquellos que más nos gusten o que se ajusten a nuestro presupuesto.
En último lugar, nos ahorraremos las sorpresas finales que de cuando en cuando aparecen cuando adquirimos una casa tradicional, como pueden ser retrasos con los plazos, malos acabados o un aumento en los costes por culpa de los intermediarios.