¿Alguna vez has pensado todo lo que te puede ayudar una plantadora de patatas? Aquellas personas que, por profesión o por pasatiempo, se dedican al cultivo, saben perfectamente que existen ciertas tareas que pueden llegar a ser extenuantes, sobre todo cuando nos encontramos ante grandes extensiones agrícolas difíciles de cubrir para una persona.
Cuando nos dedicamos al cultivo de patatas, lo primero que tenemos que revisar es la tierra en la que vamos a trabajar. Tenemos que saber que esta planta tendrá capacidad para desarrollarse en suelos que posean un pH de 4,6 o superior. Además, tenemos que procurar no echar jamás cal en el suelo, ya que estos tubérculos no lo podrán soportar. En cambio, sí que lo harán en superficies ricas en potasio y fosfatos.
Ya que la siembra se realizará en primavera, no es mala idea que durante el otoño anterior se incorpore estiércol a la tierra donde se va a plantar las patatas. Además, así nos dará tiempo a preparar estos tubérculos, ya que la forma más fácil de plantarlas es a través de ellos, y no por semillas.
Para la preparación, colocaremos las patatas en cajas para que despunten por el invierno (es decir, que salgan pequeños brotes). Tenemos que tener presente que será preciso que llegue una buena cantidad de aire y luz para que este proceso se realice de una forma correcta.
Una vez llegado el momento, procederemos a plantarlas en nuestro huerto. Tenemos que recordar que utilizar una plantadora de patatas puede resultar muy útil, sobre todo en esta primera fase que puede ser la que más tiempo nos lleve.
Es preciso saber que tenemos dos posibilidades. La primera será realizar esta operación a principios de primavera, teniendo como resultado patatas tempranas destinadas al consumo. La segunda, las de temporada, durarán más tiempo y se podrán conservar para el invierno.
Sea cual sea la opción, no podemos olvidarnos que a este tipo de cultivo le gusta mucho el sol, aunque no tanto el calor excesivo, ya que podría afectar al correcto desarrollo de la planta. Procura que reciban una buena cantidad de rayos para que crezcan de la forma más saludable.
En último lugar, trata de que el suelo siempre esté húmedo. Si vives en climas excesivamente secos, tendrás que regarlas, por lo menos, tres veces por semana, aumentando la cantidad una vez que han florecido.
Por último, para recolectarlas, se podrá realizar en cualquier momento una vez que haya florecido, procurando no pinchar ninguna. Como habrás comprobado, en todo este proceso, contar con una buena máquina agrícola para patatas nos simplificará todo el trabajo.