En el mundo de la alimentación, la conservación es un punto fundamental y básico para la salud de los consumidores. Por eso, en la mayoría de las ocasiones se utilizan envases de un solo uso, para preservar todas las condiciones higiénicas y de sabor de las comidas.
Un buen envasado ayudará a que los alimentos puedan conservar toda su calidad el máximo tiempo posible, reducir al mínimo su deterioro y permitir que en su preparación se utilicen los menos aditivos y conservantes posibles. Así, un buen recipiente ha de ser capaz de cumplir diferentes objetivos, como por ejemplo contener, proteger del deterioro físico o químico y proporcionar un espacio donde poder informar a todos los consumidores sobre el producto.
Existen muchos tipos de contendedores, desde las latas, botellas, frascos de cristal o envases de un solo uso donde se podrá proteger todo tipo de alimentos de microorganismos, contaminación y otros agentes peligrosos, como por ejemplo los insectos.
Entre los objetivos principales de un buen envase, hay que destacar que ha de conseguir la preservación total de la forma y textura del producto que está conteniendo. Así, es importante que no se produzca ningún tipo de pérdida de sabor o aroma.
Como en el resto de aspectos, en este sector también se ha producido un avance y un desarrollo innovador, buscando mejorar los productos ofrecidos a los clientes. Así, desde hace unos años, se está imponiendo el llamado envasado al vacío, que consiste básicamente en extraer la mayor parte del aire del envase. ¿Qué se consigue con esto? Principalmente mantener todos los alimentos frescos y seguros.
¿Cómo saber qué clase de recipiente es el más indicado para cada alimento? ¿Cómo acertar con la elección? ¿Cuándo utilizar envases de usar y tirar? ¿Y los de cartón? Es muy habitual que estas dudas aparezcan Para tomar esta decisión se ha de tener en cuenta un aspecto muy importante: la temperatura de almacenamiento.
Dependiendo del alimento que se vaya a guardar, será necesario hacerlo en unas condiciones específicas de temperatura, humedad relativa o luz. Por eso, el envase ha de adecuarse a la situación específica y permitir que el producto no sufra ningún cambio en su interior.
Como se habrá podido comprobar, el envasado contribuye a garantizar la mayor seguridad y calidad de todos los alimentos, convirtiéndose en un aspecto realmente importante en la cadena de producción alimentaria. Conocer todos los tipos de recipientes y sus usos, nos permitirá utilizarlos de la forma más adecuada.