No es nada raro que muchas personas tengan que acudir a empresas profesionales en el mantenimiento y reparación de piscinas en Madrid o en cualquier otro lugar. Un correcto cuidado se antoja básico para poder disfrutar de una manera completa de esta instalación durante los meses de calor. Pero, por suerte, hoy en día ya podremos realizar nosotros mismos la mayoría de las operaciones.
Lo primero que tenemos que tener siempre presente, es que la limpieza de la piscina es fundamental, independientemente que la vaciemos durante el invierno o no. Esto nos facilitará mucho los cuidados posteriores. El objetivo principal será eliminar cualquier resto de suciedad o algas que pudiera haberse formado en las paredes.
También tendremos que realizar una inspección exhaustiva del gresite o revestimientos de la piscina, procurando detectar cualquier daño o hendidura que pudiera haberse formado. Si no lo hacemos, lo más habitual es que se terminen formando hongos, creciendo en su interior, ensuciando el agua y aumentando el tamaño de las grietas.
Otro consejo de mantenimiento que puede ahorrarnos futuras obras de reparación de piscinas en Madrid es el hecho de utilizar un buen anti-algas concentrado antes de proceder al nuevo llenado.
Una vez que tengamos la instalación llena de agua, hemos de ser muy cuidadosos en el mantenimiento del agua, puesto que será el punto más importante. Para poder conservarla en el mejor estado posible, hemos de limpiar los fondos, por lo menos, dos veces por semana. Además, hemos de aprovisionarnos de productos específicos para la limpieza, como el mencionado anti-algas o cloro.
Es muy importante que estos dos componentes los utilicemos siempre en las cantidades recomendadas por los fabricantes. Para poder comprobarlo, tendremos que llevar a cabo constantes mediciones de sus parámetros, observando si los niveles de pH y de cloro son los adecuados.
Puede ser posible que, pese a realizar todas estas operaciones, aparezcan en nuestra piscina algunas manchas de algas o el agua presente una imagen turbia. Para evitar las primeras, el cepillado de las paredes durante el invierno será fundamental, así como realizar correctos filtrados para eliminarlas.
En el caso de que el agua se enturbie con facilidad, los motivos pueden ser diferentes. Los principales serán una incorrecta filtración, un mal equilibrio del pH o un nivel de cloro insuficiente. La respuesta la encontraremos siempre gracias a las mediciones de los diferentes niveles.
Y recuerda, si no consigues dar con la solución, lo más adecuado será acudir a empresas profesionales en el mantenimiento de piscinas en Madrid o en cualquier otra ciudad.