Adiestrar a nuestras mascotas es un proceso por el que todos los dueños tienen que pasar en algún momento si queremos disfrutar de un animal educado y que no convierta nuestra casa en una pesadilla. Contar con un educador de perros en Madrid puede ser una gran idea, pero si queremos hacerlo por nuestra cuenta, no está de más contar con unas buenas recomendaciones.

Las principales normas que nuestra mascota tiene que cumplir son acudir cuando se le llama, no pedir comida en la mesa, no subirse a la cama de su amo, sentarse o tumbarse cuando se le pide o pasear de manera correcta por la calle. Es importante que desde un primer momento le dejemos claro cuáles serán las pautas a seguir, explicándoselas hasta que las asimile.

educador de perros madrid

Lo primero que tenemos que saber es que si conseguimos educar bien a nuestro perro, no habrá problema alguno para que acepte nuestras órdenes. De hecho, la mayoría de problemas u obstáculos se deben a unos planteamientos erróneos por nuestra parte o nuestro desconocimiento sobre las necesidades generales.

Uno de los puntos más importantes que suele recalcar cualquier educador de perros en Madrid o en otra ciudad es conseguir que el animal acuda cuando se le llama. Podemos decir que es la norma más importante, ya que nos evitará tener que perseguirle por el campo o que se presenten situaciones más peligrosas como un atropello.

Esta orden ha de practicarse mucho en casa, sobre todo cuando es cachorro, de manera que a medida que vaya creciendo la pueda asimilar de la forma más correcta y natural para todos. Para que sea efectiva, la orden ha de pronunciarse con claridad y acompañarla de gestos que la apoyen, siempre los mismos, como por ejemplo señalar con el dedo nuestra posición. Recuerda que una vez que haya cumplido el mandato, es conveniente recompensarle aunque sólo sean unas felicitaciones verbales y unas caricias.

Otra orden importante es la de mandarle quedarse quieto. Esto cobra importancia cuando el perro comienza a mostrar un comportamiento nervioso o inadecuado. Es en estos momentos cuando nuestro “quieto” ha de frenar sus ansias.

Cuanto antes comencemos a practicar esta orden, antes la asimilará. De nuevo, es básico para su aprendizaje que le recompensemos positivamente cuando la cumpla.

Otro de los puntos críticos es la aceptación por parte de nuestra mascota de la correa. La mayoría de las veces puede ser nuestra culpa, ya que muchos dueños abusan de los tirones. Hemos de tener presente que los paseos son un momento lúdico para ellos, por lo que no podemos convertirlo en una situación de tensión.

Para evitarlo, cualquier educador de mascotas en Madrid o en otra ciudad te aconsejará escoger la correa adecuada para tu tamaño y complexión, acostumbrarle antes en casa, no dejar que el perro se cruce sino que vaya siempre por el mismo lado o frenar antes de dar cualquier tirón.

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