Acudir a un restaurante con zona infantil puede ser la mejor forma de poder salir a comer fuera con los pequeños de la casa y que esta situación no se convierta en una odisea. Muchos padres se resignan a no llevar a cabo esta actividad porque no consiguen disfrutar de esta situación, siempre pendientes de los hijos.
Pero hay que saber que acudir a restaurantes con los pequeños no tiene por qué ser una situación de estrés, siempre y cuando planifiquemos un poco la salida. Lo primero será avisar que se va a ir a comer fuera, decirles dónde y si va a haber más gente. Es importante que lo asimilen y puedan entenderlo.
A la hora de elegir un restaurante, trata de que sea familiar y que tenga un menú amplio y variado para que los pequeños y pequeñas puedan encontrar algo que les guste. No es obligatorio ir a hamburgueserías o pizzerías, pero es conveniente evitar locales en los que puedan sentirse incómodos o fuera de lugar.
Un restaurante con zona infantil es siempre una buena idea, ya que los más pequeños pueden tener una zona segura, protegida y preparada donde jugar y pasarlo bien con sus amigos o con sus hermanos sin que molesten a otras mesas. Parques infantiles, toboganes, piscinas de bolas... Son muchas las opciones que podemos llegar a encontrarnos en los locales de restauración.
Un punto crítico que no siempre se tiene en cuenta es la comida de los hijos o hijas. Normalmente, a no ser que el restaurante tenga menú infantil, las raciones individuales serán excesivamente grandes para ellos, sobrando muchísima comida. Los padres también suelen caer en el error de mandar comer más a los pequeños, al observar todos los restos.
Para poder solucionar esto, se puede compartir raciones con ellos, de manera que no sea tan difícil que lo acaben. O también pedir varias cosas entre todos los comensales y que cada uno vaya cogiendo lo que quiere.
Si se quiere evitar que se queden sin hambre, vigila que no abuse del pan y las salsas antes de que lleguen los pedidos. Aunque vayan con hambre, los niños y niñas suelen llenarse muy pronto.
Otro inconveniente bastante habitual es que cuando se producen riñas entre dos o más hermanos en la mesa. ¿Cómo se puede evitar esto? La forma más eficaz es colocar a un niño y al lado un adulto, un niño y otro adulto. De esta manera, no se tendrán tan a mano.
Pero, sin duda, como ya hemos dicho la mejor forma es acudir a un restaurante con espacio para niños. Podrán jugar mientras se espera por la comida y después, mientras padres y amigos disfrutan de una buena sobremesa. Seguro que cuando se abandone el local, son los pequeños los que no quieren marcharse.